Literatura Latinoamericana: discusiones inestables. Un ensayo...
Por Rocío Elizabeth Torres “Primero se conoce la tierra por los sentidos, después por el intelecto: Nihil est in intellectus quod prius non fuerit in sensu ”. [1] El año pasado para el coloquio final de Itinerarios por la literatura argentina I , mencioné -de manera ingenua, a la vez que pertinente-, que los primeros formatos de literatura argentina fueron una especie de literatura “prestada”. Claro, me refería a los diarios y crónicas de Colón, Ulrich Schmidel, Bernal Díaz del Castillo, etc. y a sus versiones narrativas de las crónicas. A modo de ejemplo, esas referencias me sirvieron para introducir a mi coloquio lo que posteriormente se concibió como literatura argentina; es decir, los escritos de autores románticos [2] tales como Esteban Echeverría, Juan Bautista Alberdi, Juan María Gutiérrez, entre otros. Por supuesto, esa primera tentativa de llamar literatura “prestada” era un tanto audaz e ingenua de mi parte frente a un asunto tan complejo. Porque