A Rocío Torres Era esa mirada cuya expresión es confusa porque ella aparentaba estar segura, pero del otro lado de la página su vida estaba derrumbada, a causa de tantas samarreadas. Quizás no brillaba como el sol pero su presencia hacia brillar a los demás, porque era casi perfecta Su corazón bombeaba inocencia y clemencia Sus manos temblaban de dolor pero igual daba su mejor entonación Le consolaba pasearse dentro de las aguas llenas de letras y poemas Se sumergía en sábanas grises con olor a humedad para apaciguar su realidad.. Es tan frágil y suave que su corazón siempre está en coma y no, por casualidad, Ella es como la rosa amarilla, aunque no sea el sol... Pero es la que mejor brilla. Betania Castro